La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten menos los golpes y se rompen con mayor facilidad.
Síntomas
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son las vertebrales, las de cadera y las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del radio). La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque sea por un periodo corto de tiempo.
Prevalencia
Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, aunque también puede hacerlo antes o afectar a hombres, adolescentes e incluso niños.
Los datos epidemiológicos sobre la osteoporosis en Panamá son escasos. En un estudio de tamaño reducido (Chue de Coto E (2000) Osteopenia and osteoporosis in postmenopausal women in Panama), se evaluó la densidad ósea de 1.031 mujeres panameñas, de las cuales, se descubrió que 821 (79,6%) sufrían de osteopenia u osteoporosis.
Diagnóstico
Aunque sea una enfermedad silenciosa, actualmente los reumatólogos cuentan con un gran abanico de herramientas para su diagnóstico precoz y así adaptar el tratamiento, bien para prevenir la pérdida de masa ósea o para combatir la osteoporosis.
Prevención
Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como son: la adecuada ingesta de calcio, el ejercicio físico y no fumar. La cantidad concreta de calcio varía con la edad, pero muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día. Esta ingesta se puede realizar con alimentos naturales ricos en calcio (sobre todo la leche y sus derivados) o como suplementos en forma de medicamentos (sales de calcio). En este último caso deberá existir un control de su médico sobre la cantidad y la pauta de administración.
De igual manera, la vitamina D es una sustancia fundamental para el hueso. Sus necesidades diarias se consiguen fundamentalmente por la formación de la misma en la piel cuando recibe el efecto de la irradiación solar.
La prevención de este padecimiento debe prevenirse desde la infancia, pues es en esta etapa donde debe desarrollarse un esqueleto competente para la vida adulta. De los 0 a los 20 años los huesos crecen y se modelan, por ello, es necesario que los niños hagan ejercicio de impacto como correr, brincar y andar en bicicleta.
El consumo de cuatro porciones de lácteos diario, los alimentos naturales que contienen el mayor aporte de calcio, así como proteínas y minerales ayudan al desarrollo de la estructura del hueso. Salir al sol por 20 minutos tres veces a la semana antes o después del lapso comprendido entre las 11:00 y las 15:00 horas, para sintetizar la vitamina D, también indispensable para el hueso.
Se debe tener cuidado cuando los adolescentes o jóvenes desarrollan alteraciones del apetito como anorexia y bulimia, así como el consumo de alcohol y tabaco, pues éstos son dos tóxicos para los huesos.
En la etapa adulta, comprendida entre los 20 a los 50 años, el hueso ya se formó y solo se va a remodelar, por lo que se debe procurar mantenerlo mediante una dieta sana que también incluya entre tres y cuatro raciones de lácteos como quesos, leche y crema. Además de ingerir proteína en la mañana, tarde y noche, es recomendable caminar a paso rápido por lo menos media hora durante seis días a la semana.
Tan sólo con ejercicio se puede incrementar de uno a dos por ciento la masa ósea, otros alimentos que proporcionan calcio son el brócoli cocido, duraznos crudos, almendras y sardina enlatada, entre otros.
En la población de 50 años en adelante se presentan importantes factores de riesgo como la menopausia en el caso de las mujeres, y la misma edad que se agrega como otro factor de riesgo, la cual propiciará que se pierda de manera rápida hueso. En los hombres esta pérdida será de forma más paulatina, la tercera parte de las fracturas sucede en los varones y son las más graves, pues provocan la muerte.
Este sector de la población también debe tener cuidado con medicamentos que puedan alterar su equilibrio, dejar una luz por si se levantan en la noche y no tener tapetes, cables de teléfono, etcétera, con los que se puedan caer.
Fuentes: inforeuma.com / iofbonehealth.org / sialaleche.org