Manchas
solares

Medicina Estética

Lejos queda ya el verano, pero lo cierto es que hay personas que tienen muy presentes los efectos del sol en su piel, que se manifiestan en forma de manchas. Este problema cutáneo es uno de los temas ‘estrella’ en las consultas en estos meses.

Siempre relacionamos el daño con el envejecimiento cutáneo, pero una parte muy importante y visible del daño solar son también las manchas que, además de antiestéticas, pueden ser dañinas y muy peligrosas, pues pueden volverse cancerígenas.

Hemos de diferenciar dos tipos principales de manchas, los lentigos, en los que aumenta el número de melanocitos, y así al estar pigmentados se ven como manchas. Son directamente relacionados con el exceso de exposición solar y el paso del tiempo.

Los melasmas, debidos a cambios hormonales, como el embarazo, la toma de anticonceptivos, a la toma de determinados fármacos, que pueden ser antibióticos, antiacné, diuréticos… por eso, es preferible consultar al farmacéutico sobre la fotosensibilidad del mismo.

La melanina se forma como protector natural de la piel frente a la exposición solar. El precursor de esta sustancia es el aminoácido tirosina.

Lentigos solares

Son los que conocemos como manchas típicas del sol, oscuras y marrones, planas y suelen ser irregulares. Aparecen en las zonas más expuestas al sol, sobre todo en la cara, escote y manos, por lo que están directamente relacionadas con el tiempo de exposición al sol.

Algunas personas las confunden con las pecas, pero son de aparición espontánea, son más grandes y forman como una placa. Las pecas son más pequeñas y suelen ser congénitas. Son las que denominamos también lentigos simples.

Los lentigos solares también se pueden denominar léntigos seniles o manchas hepáticas (no tienen nada que ver con el hígado), y generalmente aparecen a partir de los 60 años. Estas manchas son planas, irregulares, de tono marrón y se ven claramente , son fácilmente definibles.

Estas manchas no desaparecen solas, ni con cosméticos, por lo que es preciso el tratamiento médico, tanto el láser como la criocirugía, con nitrógeno líquido:

Crioterapia: se trata de congelar, generalmente se usa el nitrógeno líquido. De este modo, el lentigo se descama y se cae como si se tratara de una verruga, aunque algunas veces es necesaria más de una aplicación.

Láser: generalmente se utiliza el laser Erbio-Yag, Alejandrita o Q-Switched. Los aparatos láser actúan solo frente a la mancha de la piel, ya que captan el color de la melanina; una vez aplicado éste, la mancha cambia y se produce una costra, una lesión que, a los pocos días, hay que cuidar utilizando una crema cicatrizante, y evitar absolutamente la nueva exposición solar. Es mucho mas fácil eliminar con láser un lentigo oscuro que claro, que tenga más contraste con la piel.

¿Y los melasmas?

Los melasmas son diferentes. Aparecen por un aumento de la producción de la melanina, sobre todo en las zonas donde está más expuesto al sol. Realmente no tienen edad y pueden aparecer desde los 20 años aproximadamente.

Están más relacionadas con factores hormonales, como anticonceptivos, embarazo, lactancia… También a la toma de fármacos foto-sensibilizantes (diuréticos, algún antibiótico), o productos tópicos como algunos cosméticos o los perfumes.

El cloasma del embarazo también es un tipo de melasma, suele aparecer en le bigote, mejillas y frente. Este tipo de manchas es más o menos superficial, sobre todo dependiendo del tiempo de existencia de esta mancha. Los melasmas más profundos o dérmicos serán más difíciles de eliminar, ya que son más profundos, y ha de renovarse toda la piel y hasta la aparición de las capas más blancas.

Los tratamientos para eliminar las manchas son algo diferentes, ya que al no estar tan localizadas, y al ser algunos de ellos más profundos, el tratamiento también va a ser algo más lento.

– Si acudimos al médico, el profesional puede aplicar un láser tipo ablativo, más o menos profundo, como puede ser el Fraxel.

– También podemos eliminarlos con tratamiento tópicos, tanto en casa como en el centro de estética o en el médico, todo depende de la potencia de exfoliación de estos.

– Generalmente, cuanto más antigua y profunda es la mancha, más costará eliminarla. Igualmente, mientras estamos aplicando los tratamientos antimanchas es importante que no nos expongamos al sol, ya que volverá a salir de nuevo, al estar más sensibilizada por los tratamientos despigmentantes.

-Cuando estamos en el tratamiento, se ha de usar siempre pantalla total. Generalmente se suelen combinar con productos que estimulen la renovación celular con los que van a blanquear la piel, así conseguimos que el efecto sea más rápido.

Manchas malignas

Es importante que visitemos con urgencia al médico cuando sospechamos de algún lentigo maligno. Estas manchas suelen aparecer en las partes más expuestas al sol. Generalmente suele ser después de exposiciones reiterativas al sol. Aunque hay más factores que pueden influenciar, el sol es el principal motivo.

A diferencia de las otras manchas o léntigos, esta crece de forma interna, profundamente. En la parte externa, podemos observar algún nódulo saliente, rojez, picores, contorno irregular, y hasta alguna pápula o ampolla.

Toma nota

Lo ideal para evitar las manchas es evitar el sol, pero también lo podemos evitar aplicándonos un filtro solar de alta protección, cada dos horas de exposición solar.

Cuando ya ha aparecido la mancha, si vemos que son oscuras, y más definidas, es probable que se trate de un léntigo solar. Entonces es preferible acudir al dermatólogo. Aunque hay tratamientos tópicos, ahorraremos tiempo y dinero si en una o dos sesiones el dermatólogo las elimina.

Sin embargo, muchas veces, aparecen manchas más claras y difusas, son los melasmas, que suelen aparecer en el mismo sitio, muchas veces cada año, son muy diferenciables. Con este tipo de manchas, para eliminarlas, lo básico es la paciencia y la constancia.

Es conveniente aplicar sérum o cremas despigmentantes diariamente, dependiendo lo antiguas que sean, entre uno y tres meses seguidos. Es probable, dependiendo del tipo de crema que vayamos a usar, que se irrite algo la piel.

Si se irrita demasiado, es preferible detener el tratamiento y volver a empezar cuando la piel esté mejor y reparada.

Esta irritación nos indica que es importantísimo que no nos de el sol cuando estamos en medio de un tratamiento. Los tratamientos despigmentantes han de aplicarse con la piel limpia y justo después de limpiarla, no después de las cremas hidratantes. Si es muy potente, aconsejo usarla durante la noche, y durante el día una crema hidratante con color y filtro solar.

Entrada anterior
Cáncer de mama:
prevención y control
Entrada siguiente
Arrugas prematuras:
aspectos a tener en cuenta
No hay resultados