Es una mancha de color azul a negro o gris marrón que casi siempre aparece al nacimiento, aunque puede aparecer en la infancia, es de características benignas, se localizada en la cara, específicamente en las zonas inervadas por algunas ramas del nervio trigémino, nervio este que le da la sensibilidad a los parpados, a la conjuntiva del ojo y a las mejillas. La mancha puede comprometer también la mucosa nasal y la mucosa oral.
No requiere tratamiento, aunque por motivos estéticos puede ser tratada con láser, crioterapia o cirugía. En casi el 90% de los casos, se presenta solamente en la mitad de la cara. Solo en el 10% se presenta en ambos lados de la cara.
¿A quién afecta?
Afecta con mayor frecuencia a las mujeres. Es más común en personas de origen asiático o afroamericano. En la mitad de los casos está presente desde el nacimiento. En la otra mitad de los casos aparece alrededor de la pubertad. La lesión permanecerá por el resto de la vida del paciente.
Formas de presentación
Según su grado de extensión:
– Lesiones poco extensas alrededor del párpado.
– Lesiones que se extienden hasta la frente, el cuero cabelludo y el pabellón auricular.
– Lesiones similares en la mucosa de la boca y la nariz (poco frecuente)
Según su localización existen tres formas de presentación:
– Melanocitosis dérmica: solo afecta a la piel.
– Melanocitosis ocular:solo afecta al ojo.
– Melanocitosis oculodérmica de Ota: Afecta a la piel y al ojo (es la más frecuente)
Tratamiento
Tratamiento con láser. Son aproximadamente 7 sesiones que van más o menos cada 30 días. El pronóstico es la mejoría de la lesión. Se logrará bajar o atenuar la coloración del Nevus de Ota y en algunos casos hasta borrar la pigmentación. De esta forma, se ayudará a mejorar la apariencia de la piel, pues se atenuará y aclarará la lesión. Es un procedimiento seguro, ambulatorio y no invasivo.
Fuentes: dermaperu.com / http://asocolderma.org.co